Menorca con niños. Aventura, calma y diversión en familia
Menorca estira en otoño sus últimos días de sol y playa y se presenta como el momento idóneo, junto con la primavera, para la práctica del turismo activo y de deportes de naturaleza. En otoño, la isla invita a recorrer sus museos y galerías de arte, descubrir lugares insólitos y disfrutar con pausa de su reconocida gastronomía.
Las agradables temperaturas medias de los meses de septiembre, octubre e, incluso, noviembre, permiten todavía disfrutar del turismo de sol y playa en un ambiente más tranquilo y sosegado que el del verano.

Pero además, el otoño se presenta como la temporada perfecta para sumergirse en la Menorca Talayótica, visitando los yacimientos y conociendo las costumbres y formas de vida de los antiguos pobladores de la isla. Este vasto patrimonio, le ha valido a la cultura Talayótica de la isla ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Y si impresionante es adentrarse en la historia de Menorca, no lo es menos dejarse llevar por la contemplación de las estrellas. La isla ofrece unas condiciones excelentes para la observación del cielo nocturno, una experiencia única que ofrecen ya muchos establecimientos y empresas especializadas de la isla.
El otoño es momento también para perderse por las calles de los pueblos y ciudades de la isla, admirando su arquitectura, el patrimonio cultural de sus núcleos urbanos y el legado que han dejado en ellos los diferentes pueblos que dominaron o conquistaron la isla a lo largo de la historia. Paseando por los cascos antiguos de Ciutadella o Maó el visitante encontrará, entre sus imponentes casas señoriales, algunos de los museos y galerías de arte que conforman la importante red museística de la isla, en las que podrá adentrarse en la historia, cultura y tradiciones de Menorca, contemplar su legado arqueológico o natural y, claro está, artístico.

Cómo llegar a Menorca
Hay dos formas principales de llegar a Menorca: en avión o en ferry.
- En avión:
Menorca está conectada con numerosas ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao o Sevilla tienen vuelos directos (especialmente en temporada alta). El vuelo dura entre 1 y 2 horas.
- En ferry:
Si prefieres viajar con tu coche (muy recomendable para moverse por la isla), varias navieras ofrecen ferris desde Barcelona, Valencia o Mallorca hasta Maó o Ciutadella. El trayecto dura unas 5-8 horas, según la ruta y la compañía.

Dónde dormir con niños
La oferta de establecimientos en Menorca es especialmente extensa, variada y adaptada a todo tipo de presupuestos, de manera que hay alternativas de alojamiento idóneas para cada visitante.
Al tratarse de un destino de turismo tradicionalmente familiar, son muchos los establecimientos especializados. Quien quiera disfrutar al máximo del mar puede optar por hoteles cerca de la costa que disponen de piscinas temáticas, pistas deportivas y organizan actividades infantiles. Al ir a la playa, puede completar la experiencia con un velomar, una ruta en kayak… o hacer una ruta en barco para conocer las calas de la isla desde otro punto de vista.
Quien prefiera la independencia de un apartamento, puede optar por urbanizaciones de ambiente familiar a lo largo de toda la costa, con restaurantes tanto tradicionales como temáticos para completar la experiencia.
Y para las familias que buscan alojamientos con encanto, hay una amplia gama de hoteles de interior en los centros históricos, hoteles rurales de arquitectura tradicional o villas más íntimas con piscina y jardín privados.
Planes originales para hacer con niños

- EXPLORAR LA ISLA A LOMOS DE UN CABALLO MENORQUÍN
Varias fincas y granjas ofrecen rutas guiadas a caballo, ideales para peques desde 3 años. Es una forma divertida y diferente de conocer el paisaje rural de Menorca.

- CONVERTIRSE EN ARQUEÓLOGOS POR UN DÍA
Menorca está llena de yacimientos talayóticos, declarados Patrimonio de la Humanidad. Visitar la Naveta des Tudons o la Necrópolis de Cala Morell puede ser toda una aventura para pequeños exploradores.

- UN PICNIC PIRATA EN UNA CALA SECRETA
Alquila un kayak o apúntate a una excursión guiada para llegar a calas
a las que solo se puede acceder por mar. Imagina un picnic familiar en una playa escondida: bocadillos, fruta fresca y chapuzones sin aglomeraciones.

- TALLERES CREATIVOS Y GRANJAS EDUCATIVAS
Hay fincas como Lloc de Menorca, un zoo con animales autóctonos, talleres y zonas de picnic, perfecto para pasar medio día. También encontrarás actividades de cerámica, pintura y cocina para niños en centros rurales.

- RUTAS FÁCILES POR EL CAMÍ DE CAVALLS
El histórico sendero que recorre toda la costa de Menorca ofrece tramos fáciles y seguros para hacer con niños. Un paseo al atardecer con vistas al mar es un recuerdo que se queda grabado para siempre.

- DESCUBRIR TORRES Y FORTALEZAS
En el Fuerte de Marlborough, los niños pueden recorrer túneles excavados en la roca e imaginar que son soldados viviendo un asedio. En la Torre de Fornells, pueden imaginar que disparan cañones a los barcos enemigos.

Repostería
Pasear por las calles de los pueblos de Menorca y encontrar en las pastelerías estas pastas y dulces, preparados con las recetas tradicionales, alegra a los visitantes igual que alegraba las mesas de los menorquines en tiempos remotos. Probar estas pastas es un requisito indispensable para conocer los sabores que tanto gustan a los menorquines y que deleitan a los visitantes que las prueban, quienes los incluyen en sus desayunos, meriendas y postres durante sus días de visita a la isla, e incluso se los llevan para seguir disfrutándolos al volver a casa.

Una mirada al cielo
¿Cómo se veía el cielo de Menorca hace 3000 años? ¿Cómo interpretaban las estrellas los antiguos pobladores de la isla? Los fenómenos astronómicos han cautivado al hombre a lo largo de toda la historia, y continúan haciéndolo. Menorca ofrece unas condiciones únicas para la observación del cielo nocturno, lo que le ha valido su designación como Destino y Reserva Starlight. En zonas de máxima oscuridad y escasa contaminación lumínica, con la ayuda de monitores especializados descubriremos un auténtico paisaje estelar.
Y aunque existen multitud de rincones desde los que contemplar el firmamento menorquín, algunos de ellos son simplemente mágicos. Es el caso de los yacimientos talayóticos.
Un consejo final
Menorca es tranquila y segura y acogedora para familias- lo único imprescindible: alquilar coche o moto para llegar a esas calas y rincones que la hacen mágica. Y por supuesto, dejarse llevar por la calma isleña.
¿Preparados para unas vacaciones que los peques no olvidarán?
© Las imágenes han sido cedidas por la Fundació Foment del Turisme de Menorca.
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