Seguro que alguna vez te has sentado en una silla en la que te cuelgan los pies y en otra donde estás algo encogido, algo parecido a lo que le sucedía a Ricitos de Oro. Eso se debe a que la silla que te “viene grande” ha sido diseñada pensando en unas proporciones más adecuadas para una persona “más grande” que tú, en cambio, en la que estás encogido ha sido pensada para alguien más pequeño.
Al igual que pasa con estas cosas cotidianas como los muebles, la ropa, etc, la arquitectura y las ciudades tienen (o han de tener) en cuenta nuestras medidas y proporciones. Como bien dicen Maushaus, para poder hablar de ambientes agradables y funcionales debemos hablar primero de escala humana.
Si nos paramos a pensar un poquito nos daremos cuenta de cómo las medidas humanas influyen en nuestro entorno diario.
En el cole, por ejemplo, seguro que las perchas donde tú y tus amigos colgáis las chaquetas están a una altura donde podáis alcanzarlas fácilmente con las manos. O los pomos de las puertas, que se adaptan a la palma de tu mano.
Aunque también os habréis dado cuenta de que hay cosas que os vienen grandes… esto es porque han sido pensadas para un tamaño adulto. Por ejemplo, Mateo se fija mucho en las papeleras de la calle, es un niño de 8 años y hay algunas a las que llega con facilidad, pero en la mayoría tiene que estirarse para poder tirar algo (cada vez le va costando menos porque se va haciendo mayor). Puedes comparar las dos escalas (escala adulta y escala infantil) midiendo diferentes objetos con algún adulto.
Esto de medir no es nuevo, desde la Antigüedad las personas han tenido la necesidad de medir pequeñas (y grandes) distancias y como todavía no se habían inventado los metros ni otros instrumentos de medida, surgieron unidades de medida relacionadas con el propio cuerpo humano como son la pulgada, el palmo, el codo, la braza, el pie o el paso.
Algunas veces los espacios (una habitación, la calle, la ciudad, un paisaje…) nos parecen demasiado estrechos o demasiado amplios. Cuando algún espacio nos parece perfecto sin saber porqué, es cuando sus dimensiones y las medidas de los detalles están en sintonía con la escala humana.
A lo largo de la Historia se ha tenido la necesidad de establecer un sistema de proporciones humanas para el diseño (Vitruvio, Leonardo da Vinci, Leon Battista Alberti, Le Corbusier).
¡Ha llegado el momento de presentaros al SR. MODULOR!
El Modulor es un sistema de medición creado por Le Corbusier, basado en la estatura humana en relación a números matemáticos. Lo que hace único al Modulor es que Le Corbusier usó las matemáticas para crear un sistema de proporciones relacionado con la naturaleza. El resultado son medidas que casi siempre coinciden con las medidas del cuerpo humano o para realizar diferentes actividades como sentarse, apoyarse, etc.
Le Corbusier utilizó este sistema de medidas en la Unité d’Habitation de Marsella, el Convento de Sainte Marie de la Tourette o la Casa Curutchet.
¿TE APETECE VER EL MUNDO A ESCALA 1:10?
(Actividad basada en “El ser humano” de Maushaus)
¡Es fácil! Sólo tienes que encogerte. ¡¡¡Tranquilo!!! No hace daño ni hace falta meterte en ninguna máquina especial, es más fácil de lo que parece. Yo soy una adulta que mide 160 cm de altura; a escala 1:10 mido 16 cm. ¿Cuánto mides tú?. Mídete y encógete haciendo una figura de ti mismo a escala 1:10. ¿Cómo se ve el mundo desde ahí?
Y ahora, ¿quieres ser un arquitecto por un momento?. Sólo tienes que diseñar una cabaña, una casa o lo que te apetezca a escala 1:10, tu figura a escala te ayudará a hacerla en la medida correcta.
Esperamos que os haya parecido interesante y divertido jugar a las escalas y proporciones. ¡¡¡Nos vemos pronto!!!