Pero lo que le expliqué, y quiero recordarte hoy, es que ese momento no define quién eres como madre o padre. Porque ser un buen padre o madre no significa hacerlo todo perfecto, significa estar ahí, equivocarte, aprender y seguir adelante con amor.
La trampa de la autoexigencia
En mi consulta, escucho a muchas madres y padres decir frases como:
- “No soy lo suficiente con ellos”
- “Pierdo la paciencia muy rápido”
- “Me siento culpable por no ser el padre/madre que merecen”
La sociedad nos ha vendido la idea de que ser un buen padre o madre es sinónimo de ser perfecto. Pero aquí está la verdad: la perfección no existe en la crianza. Lo que tus hijos necesitan no es un padre o madre que nunca cometa errores, sino alguien que esté presente y dispuesto a aprender junto a ellos.
Eres mejor padre/madre de lo que piensas
Quiero que hagas algo ahora mismo: cierra los ojos e imagina un momento reciente en el que estuviste ahí para tus hijos. Tal vez fue leerles un cuento antes de dormir, prepararles su comida favorita o simplemente darles un abrazo cuando lo necesitaban.
Ese momento vale más que cualquier crítica que te hayas hecho. Tus hijos no necesitan que seas perfecto, necesitan que seas auténtica, que estés a su lado, incluso en los días difíciles.
Consejos prácticos para sentirte mejor como padre o madre.
- Enfócate en los pequeños momentos
La crianza no se define por grandes gestos, sino por los pequeños actos diarios: escucharles, abrazarles, decirles que les quieres. - Deja de compararte
Cada familia es única, y lo que ves en redes sociales no es la realidad. Recuerda que detrás de cada foto perfecta hay días caóticos, al igual que en tu vida. - Acepta tus errores
Equivocarte no te hace mal padre o madre; te hace humano. Cuando falles, sé contigo honesto mismo y con tus hijos. Pedir perdón es un gran ejemplo para ellos. - Rodéate de una tribu
Hablar con otros padres que también están en el camino de la crianza te ayudará a darte cuenta de que no estás solo. Compartir experiencias puede ser muy liberador. - Cuida de ti mismo/a
No puedes dar lo mejor de ti si estás agotado. Dedica tiempo para ti, aunque sea solo 10 minutos al día. Una madre o padre feliz es un regalo para sus hijos.
Un ejercicio para fortalecer tu autoestima como padre/madre.
Esta semana, cada noche antes de dormir, escribe en un papel una cosa que hiciste bien como padre o madre ese día. Tal vez les preparaste su desayuno favorito, les ayudaste con los deberes o simplemente les escuchaste hablar sobre su día. Al final de la semana, revisa esa lista y fecha el crédito que mereces.
Conclusión: La imperfección también educa
Lo que quiero que recuerdes es esto: la crianza es un viaje, no un destino. En ese viaje, cometerás errores, pero también tendrás momentos de conexión, amor y crecimiento que tus hijos recordarán siempre.
Así como le expliqué a esa madre que el episodio del helado no la define, quiero invitarte a que te mires con más compasión. Eres suficiente, y lo que haces por tus hijos, aunque no siempre lo notes, tiene un impacto enorme en sus vidas.
Si necesitas un espacio para reflexionar, crecer o aprender más sobre cómo manejar la crianza con amor y equilibrio, estoy aquí para acompañarte. Porque, aunque a veces no lo creas, eres mucho mejor padre o madre de lo que piensas.
Firma la carta la psicóloga Amparo Calandín
Entrenadora de herramientas para la vida.
www.amparocalandinpsicologos.es
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