Para empezar, sus Canales. Recorrerlos tanto por fuera, paseando por sus puentecitos, admirando sus barcos-viviendas, sus bicicletas candadas (admirando la decoración de cada una, todas diferentes!) como navegarlos desde dentro, ambas cosas son geniales!
Sus Parques, en el que los niños se darán cuenta de lo chulos que puede llegar a ser un parque infantil! Toboganes que dan varias vueltas, puentes colgantes de madera, rampas para bicis…Si, los parques infantiles en Amsterdam molan mucho y son muy bonitos, guardan una estética que no desentona nunca con el entorno. Desde luego no podéis dejar de pasear por Vondelpark, que además en invierno está también precioso, os dará la sensación de estar en un paisaje de película.
Aunque parece que el ir en bici en Amsterdam es de lo más peligroso del mundo, para nada. Parece que van como locos, entre coches y autobuses, pero lo cierto es que están tan acostumbrados a las bicis que se les respeta un montón. Puedes ver a un autobús casi que frenando con tal de dejar pasar a una bici, en definitiva, si vas en bici eres el Rey. Así que nosotros al principio un poco con miedo, pero nos pudieron más las ganas, cogimos unas bicis chulísimas, con trasportín delantero, donde llevábamos a los peques (alguno ya no tan peque!) y la experiencia fue buenísima. Recorrimos la parte más bonita de la ciudad y de allí fuimos a Vondelpark, que como es grande, se recorre mucho mejor en bici.
La zona de Nine Streets fue la que más nos gustó. Llena de tiendas de diseño independientes, pequeñitas y fáciles de visitar y con un estilo en cada uno de sus detalles que no dejaban de sorprendernos. Otra cosa que a mi personalmente, porque soy café-adicta me encantó, son los coffes que encentras a cada tres pasos. Ver a gente haciendo cola para tomar un café era algo que no entendí el primer día. Al pedir uno y ver que poco más y van a recolectarte tu propio grano, ya entendí las colas. El café lo muelen cada vez y re resultado es…mmmm…el café más bueno que puedas imaginar!
Para peques encontraréis tiendas chulísimas! Ropa y juguetes con un diseño impresionante.
Otro sitio imprescindible con peques y para no mentiros os diré que nosotros, como fuimos muy poco tiempo, no pudimos visitar es el Museo NEMO. Es el Museo de ciencia más importante de los Paises Bajos y un lugar dónde los niños disfrutarán sin duda.
Solo la forma de barco del edificio, ya parece la pena ir a ver. Lo bueno es que siempre dicen que en cada viaje, debes dejarte algo por ver para volver. Nosotros ya tenemos excusa para volver pronto a Amsterdam.
La Casa de Ana Frank también es una visita muy especial, así como la Biblioteca Nacional y el museo de Van Gogh, que aunque no lo creáis, gusta mucho a los niños, por la forma técnica de pintar que tiene este genio.
Esto es un brevísimo resumen de todo lo que ofrece esta preciosa ciudad, pero podéis descubrir mucho más simplemente navegando un ratito en internet.
A nosotros nos facilitó mucho el dejar que desde la oficina de Halcón viajes de la calle Corona, nos solucionaran el tema del vuelo y del hotel, para así tener nosotros tiempo de buscar todo lo chulo que allí podíamos hacer.
Ah! Y nos hemos hablado de gastronomía…pero allí se come fenomenal. Hay un montón de opciones, nosotros probamos desde vegetarianos, hasta marroquís y desde luego, el propio holandés, con las patatas fritas riquísimas que es un acierto seguro para los niños.
