Seguro que tus hijos están de los nervios, sorteando el vendaval de exámenes, parciales, pruebas y trabajos de final de trimestre. Puede que los veas estudiar y trabajar todo el día, pero también mirar el móvil cada cinco minutos, despistarse con cualquier cosa, tener dificultad para atender a lo que les dices o que verlos que van a buscar algo a la cocina y olvidarlo a mitad de camino. Sí, sí, a nosotras también nos pasa. Es que quizá todo se deba a lo mismo. Ya no recordamos ni un teléfono de memoria, usamos la calculadora hasta para el dos más dos, se nos hace bola pensar en traducir tan sencilla como «hola, como estás» y recurrimos al traductor de Google. Todo redunda en el pequeño aparato del que no nos despegamos. Es posible, pues, que el uso y abuso que estamos haciendo de la tecnología sea la causa común que está produciendo estragos en nuestra concentración.
POR QUÉ LA TECNOLOGÍA Y LA CONCENTRACIÓN VAN DE LA MANO
No es por echarle la culpa de todo a la tecnología. De verdad que no. Todas sabemos que nos hace la vida más fácil y que aporta beneficios a nivel educativo, tal y como nos lo explica Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, la plataforma de seguridad y bienestar digital. «La tecnología proporciona acceso rápido a una amplia cantidad de información. Los menores pueden utilizar Internet y recursos educativos para trabajar e investigar en profundidad sobre temas que les llamen la atención», sostiene el experto, quien añade que «las aplicaciones educativas pueden adaptarse al ritmo de aprendizaje de cada menor, por lo que, cada niño puede avanzar a su ritmo».
No obstante, la pérdida de concentración que estamos experimentando y la tecnología están relacionadas. Muchos padres se muestran preocupados por la falta de atención que dispositivos y pantallas están causando en sus hijos. Y esta inquietud no es injustificada: cada vez más investigaciones están dirigidas a explorar la relación entre tecnología y concentración. Un informe de la Asociación de Pediatras de Suecia, por ejemplo, expone que los niños que utilizan habitualmente tabletas, smartphones, portátiles u ordenadores son más irritables, tienen peor concentración y solo recuerdan información la mitad de tiempo que quienes no emplean estos dispositivos.
Como dice la Dra. Nicole Beurkens, experta en educación digital, «una de las mayores frustraciones que podemos experimentar como padres es ver que nuestros hijos son capaces de algo, pero no consiguen hacerlo o terminan dejándolo a medias porque no se concentran en la tarea en cuestión». La experta describe que la capacidad de concentrarse y atender a una tarea concreta es una de las habilidades cognitivas denominadas funciones ejecutivas, que cuestan más cuando la tarea es monótona, aburrida o demasiado difícil. «Un niño puede ser muy inteligente, pero tener problemas para dirigir y focalizar su atención«, afirma la psicóloga infantil.
Uno de los principales factores que favorecen esta dispersión es la multitarea digital, que se traduce a ver varios dispositivos al mismo tiempo. Esta práctica cada vez está más normalizada por nuestros hijos: están viendo una serie, por ejemplo, y a la vez leyendo en el móvil los chats o redes sociales. Sabemos desde hace años que el multitasking no existe porque el cerebro solo puede hacer una cosa a la vez. Es normal, entonces, que la multitarea digital, tampoco funcione, ya que solo enseña al cerebro a ver muchas cosas sin centrarse en ninguna ni prestar atención durante un periodo prolongado.
Si a esto añadimos la cantidad ingente de estímulos que pasa frente a los ojos de nuestros menores diariamente y que pasan una media de cuatro horas al día frente a las pantallas, se entiende que se enciendan las alarmas porque saltan de una cosa a otra y nunca llegan a enfocarse del todo en una misma tarea.
LA CONCENTRACIÓN ES NECESARIA PARA TODO
Los tentáculos de la tecnología llegan a todas partes, con sus correspondientes efectos a corto y largo plazo. «A corto plazo, puede afectar directamente en el rendimiento académico de los niños, incluso en las relaciones sociales. También, en problemas de concentración, ya que los menores pueden tener dificultades para seguir conversaciones, instrucciones o participar en diferentes actividades. Asimismo, no llegar nunca a concentrarse del todo en algo, acaba generando en ellos frustración o estrés, y se sentirán más desmotivados para enfrentar desafíos que requieran concentración», sostiene Cruz, quien explica la trascendencia de la concentración para la memoria a largo plazo. «La falta de ella puede afectar a la capacidad de recordar cosas importantes para el futuro. Es totalmente necesaria para desarrollar habilidades y hábitos de estudio sólidos».
8 CONSEJOS PARA CONCENTRARSE MEJOR
En un mundo con tantos focos abiertos, ¿estamos a tiempo de revertir la situación? Eduardo Cruz nos da un soplo de esperanza y dice que sí, pero que todo dependerá de la educación digital que les demos. «Los menores tienen que aprender a hacer un uso responsable de la tecnología, entender que largas horas frente a la pantalla, recibiendo constantemente diferentes estímulos, acabarán produciendo efectos negativos. Por eso, es fundamental un equilibrio. No hay que ver la tecnología como un enemigo, pero sí saber que un exceso puede ser perjudicial», dice.
Para ayudar a nuestros hijos a que concentrarse mejor y reducir la multitarea digital, desde la plataforma nos proponen estos consejos:
- Limita el uso de la tecnologia. La idea no es prohibirles la tecnología, sino que evitar una utilización excesiva y abusiva. La Dra. Nicole Beurkens recomienda emplear alguna herramienta de bienestar digital, como Focus Plant, por ejemplo. «Este tipo de apps incluyen cronómetros visuales que pueden ayudar a los niños a reforzar la motivación y a organizarse durante las tareas aburridas y menos satisfactorias», señala. La experta además aconseja evitar la multitarea digital: apaga la televisión de fondo, recoge los dispositivos que estén cerca y no vayan a necesitar y asegúrate de cerrar todas las aplicaciones que no tengan que ver con el tema que esté estudiando o en el que esté trabajando.
- Promueve descansos. Segun los profesionales, el cerebro no puede mantener la atencion por un periodo de tiempo largo sostenido, de forma que despues de 15 minutos la atencion disminuye. Para poder recuperarla, es importante hacer descansos breves que permitan a los ninos retomar la tarea mas frescos. En ese tiempo serán bienvenidos algunos estiramientos, un paseo, subir y bajar escaleras, saltar la comba, bailar o cualquier ejercicio físico, que no implique pantallas.
- Establece metas cortas. «Esto puede hacer que cada tarea les parezca más manejable y les proporciona un sentido de satisfacción cuando completan cada objetivo», recomienda Cruz.
- Fomenta su responsabilidad. El experto afirma que «les ayudará a tener más confianza en sí mismos, además de cuidar su tiempo y mejorar su organización«. Empieza con el ejemplo.
- Cuida sus dulces sueños. Descansar y dormir lo necesario es esencial para el cerebro. Cuando se duerme mal y poco, cuesta mas rendir al dia siguiente. Los ninos no son una excepcion, por lo que es crucial que consigamos que lleven una buena rutina de sueno. Para ello, mantener los dispositivos electronicos fuera de su cuarto por la noche, puede ayudar a no tener distracciones y conciliar mejor el sueno.
- Crea un ambiente agradable. Acondiciona y adapta su espacio para que puedan hacer los deberes o trabajos. «Cuando necesiten concentración, es importante que tengan un ambiente propicio. Asegúrate de que haya las menores distracciones posibles, una buena luz y poco o nada de ruido«, señala Cruz.
- Pasar tiempo fuera de casa. El desarrollo mental y la atención se ven favorecidos por el sol, el aire fresco, moverse y la tranquilidad de estar en contacto con la naturaleza. ¡Anímalos a dar una vuelta contigo!
- Tener una dieta equilibrada. Es importante que esta contenga un aporte adecuado de proteinas, grasas saludables, carbohidratos, además de frutas y verduras. Evita los ultraprocesados, los alimentos con alto contenido en grasas saturadas o en azúcar, las bebidas energéticas, etc.
Los problemas de concentración en nuestros menores se están disparando y afectando en casi todos sus ámbitos vitales. Cruz nos recuerda que «hay que entender, eso sí, que la tecnología forma parte de la vida de nuestros hijos y desarrollar habilidades digitales se va a convertir en un esencial para su futuro». Por eso, sin prohibirla, «con coherencia y control», se hace imprescindible inculcarles hábitos de higiene digital frente a la tecnología, que permitan liberar su cerebro de tantos estímulos simultáneos y promuevan una mayor concentración.