El acoso escolar y cómo prevenirlo desde el entorno familiar. El acosador se aprovecha del desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud.
La violencia puede tener distintas manifestaciones. Estas son las más habituales:
- Acoso físico: golpear, empujar, hacer daño físico o esconder las cosas de la víctima.
- Acoso verbal: insultar, poner motes, hacer amenazas o provocar a otro niño.
- Acoso social: aislar, difundir rumores, o humillar en público.
- Acoso sexual: todas las acciones que tienen que ver con los actos sexuales (como tocamientos no consentidos) o burlarse de la orientación sexual de la víctima.
- Acoso por internet o cyberbullying: difundir rumores, imágenes y vídeos denigrantes a través del email o en las redes sociales, o crear perfiles falsos que pueden resultar embarazosos.
Ante las amenazas, la víctima vive con miedo a que ocurra algo malo en cualquier momento y está en constante alerta para evitar un peligro.
Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar en caso de que esté sufriendo bullying o acoso escolar:
- Dificultades de atención y concentración, problemas de memoria y descenso del rendimiento escolar.
- Depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio y/o sensación de ahogo.
- Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
- Aislamiento social e introversión.
- No querer ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
- Sentimientos de culpa.
- Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
- Miedo a estar solo.
- Síntomas como temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo.
- Ideas e intentos de suicidio.
¿Cómo podemos prevenir desde la familia el acoso escolar?
- Facilita la expresión de las emociones, acógelas y acompáñalas para que los niños y niñas aprendan a identificar cuando no se les está tratando bien.
- Presta atención y mantén una comunicación continua y suficiente para desarrollar la empatía, la ensación de seguridad y la confianza en uno mismo y en los otros.
- Enséñale habilidades para resolver problemas de manera efectiva.
- Promueve la cooperación frente a la competitividad.
- Favorece la empatía en tu día a día.
- Educa en la diversidad y en las diferencias.
- Enseña valores como la amistad, el compañerismo, la solidaridad, respeto, tolerancia, bondad, colaboración, la ayuda y el perdón.
- Sé un buen ejemplo y evita comportamientos agresivos, malas palabras y la crítica frente a nuestros hijos.
- Fomenta las habilidades sociales y la asertividad.
Para intervenir frente al acoso escolar se debe de acabar con el muro del silencio que se levanta en torno a quienes sufren acoso escolar, y la intervención debe ser precoz e individualizada con la víctima, el acosador y el resto de niños implicados, aunque no participen de forma activa. En muchas situaciones hay que modificar la estructura de la clase porque puede ser que esté fomentando el acoso.
La intervención se debe de realizar de forma coordinada en todos los niveles: los alumnos, las familias, los colegios y salud mental, proporcionando el conocimiento adecuado, promoviendo desde el principio el respeto a la diversidad y educando sobre las consecuencias que puede tener el acoso.
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