Además, nuestros bebes requieren cantidades suficientes de este mineral para que su cerebro pueda desarrollarse adecuadamente y para evitar la aparición de la anemia y de los problemas asociados que esta enfermedad puede causar.
¿Dónde podemos encontrar el hierro?
Existen dos tipos de hierro:
- El hierro Hem (de origen animal), que puede absorberse con mayor facilidad y que podemos encontrar en carnes rojas, aves (pollo, pavo, etc.), vísceras (hígados, riñones, etc.) pescados y mariscos, cerdo y sus derivados.
- El Hierro No Hem (principalmente de origen vegetal), que se absorbe en menor proporción, pero que podemos combinar con otros alimentos para favorecer su disponibilidad. Podemos encontrarlo en legumbres (lentejas, alubias, garbanzos), cereales integrales, frutas deshidratadas (pasas, ciruelas pasas, albaricoques secos), frutos secos (cacahuetes, nueces), vegetales de hoja verde (espinaca, brócoli, col rizada, etc.). En este grupo también podemos encontrar el huevo a pesar de ser un alimento de origen animal.
¿Qué factores pueden favorecer o inhibir la absorción del hierro de la dieta?
Podemos favorecen su absorción si:
- Mezclamos alimentos que aportan hierro Hem con alimentos que aportan hierro No Hem.
- Ofrecemos alimentos ricos en vitamina C junto a alimentos que aportan hierro No Hem, como ocurre al comer un plato de lentejas que lleven pimiento o una ensalada con espinacas que se aderece con zumo de limón. Además, la fructosa contenida en las frutas también mejora la absorción del hierro No Hem por lo que puede ser recomendable culminar las comidas ricas en hierro No Hem con una porción de fruta fresca.
Estaremos inhibiendo su absorción si:
- Ofrecemos un exceso de alimentos ricos en taninos (se encuentran principalmente en el café y el té), oxalatos (presentes en la remolacha y los vegetales de hojas verdes como las acelgas y espinacas) y/o fosfatos (contenidos en cereales integrales como ácido fítico o en la soja como lecitina).
- Ofrecemos un exceso de lácteos, que no solo afectarán el pH del estómago (el hierro se absorbe mejor en un medio ácido), sino que también aportarán calcio (mineral que puede competir con el hierro para ser absorbido) y que puede causar irritación en el intestino y causar pequeñas perdidas de sangre que en lactantes pueden predisponer al desarrollo de anemia.
- Ofrecemos un exceso de fibra en la dieta, a través de cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas.
Es importante mencionar que el consumo moderado de estos compuestos y alimentos no causará
problemas y que la mayoría (a excepción del café o el té en niños) formará parte de una dieta saludable.
¿Cuánto hierro necesita mi pequeño?
La mayoría de los bebes que nacen a término tienen reservas de hierro suficientes para mantener niveles adecuados de este mineral durante sus primeros 4-6 meses de vida, por lo que a partir de esta edad se sugiere la introducción de alimentos ricos en hierro (o fortificados) que le permitan seguir cubriendo sus necesidades.
A pesar de que la leche materna no contiene cantidades elevadas de este mineral, el hierro contenido en la misma se encuentra acompañado de lactosa y vitamina C y es absorbido con mayor facilidad por el bebé.
Si no se ofrece leche materna, debemos asegurarnos de ofrecer una fórmula infantil fortificada con hierro.
Además, las necesidades de hierro podrían cubrirse a través de los siguientes consejos:
- Alimenta a tu bebé con leche materna o, en caso de no ser posible, con una fórmula infantil fortificada.
- Una vez iniciada la alimentación complementaria, asegúrate de incluir alimentos ricos en hierro cada día en la dieta del niño.
- Incluye alimentos ricos en vitamina C como las frutas cítricas, el brócoli, el pimiento, entre otros, en la dieta de tus pequeños.
- Evita ofrecer lácteos junto a las comidas, puedes ofrecer yogur con fruta fresca en las meriendas y acompañar las comidas principales con agua.
- Ofrece variedad de alimentos ricos en hierro (tanto Hem como No Hem) a lo largo del día.
En ciertas ocasiones, y siempre tras una revisión, el pediatra puede aconsejar la suplementación de hierro en la dieta. Nunca se deben ofrecer suplementos de hierro sin supervisión médica ya que el exceso de este mineral puede resultar perjudicial para la salud.
Antes de despedirnos, es preciso recordar que los niños sanos suelen ingerir la totalidad de sus requerimientos de hierro a través de una dieta variada, pero en caso de que tengas dudas acerca de cómo cubrir las necesidades de hierro de tu familia o cómo ofrecer a tus peques una alimentación variada rica en éste y otros minerales, siempre podrás consultar con un dietista-nutricionista para apoyarte en esta labor.
Por MELISA GÓMEZ
Dietista-nutricionista, especialista en nutrición clínica en pediatría, asesora de lactancia y madre de Olivia y Julieta.