Las gafas con cristales naranjas, la nueva tendencia que podría mejorar tu descanso y tu salud hormonal
El ser humano está hecho para estar activo física y mentalmente durante el día, con luz solar y para descansar y regenerarse en la noche, una vez la del sol se ha ido.
La luz es el interruptor que dirige al gran maestro de orquesta a nivel hormonal que es la hipófisis, una estructura que reposa en el centro de nuestro cerebro.
Durante el día hay hormonas que están más altas en sangre como el cortisol y en la noche serán otras como las hormonas sexuales o las tiroideas.
Para que esta fluctuación en la concentración de hormonas sea correcta y nuestro cuerpo funcione como debe, nuestra exposición a la luz debe estar alineada con lo que nuestro cuerpo espera recibir: Luz en el día y oscuridad en la noche.

De esta forma, si al llegar la noche encendemos las luces de casa, nos sentamos frente a la televisión o empezamos a responder whatsapps o nos sumergirnos en las redes sociales, esa luz azul proyectada desde las pantallas hace creer a nuestro cerebro que es de día y, por lo tanto, esas hormonas que deberían activarse en la noche no lo hacen y se siguen segregando hormonas propias del día.
La exposición a la luz artificial y la falta de luz natural durante el día están detrás de problemas como el insomnio.
Es importante mencionar que lo común no necesariamente es lo normal. Es altamente común que, al llegar la noche, especialmente durante el invierno, queramos alargar artificialmente el día y hagamos uso de la luz eléctrica una vez se haya ido el sol.
Esta práctica está fuera de lo normal y afecta seriamente a nuestro biorritmo suponiendo un factor de estrés crónico que añadido a la carencia extendida de exposición a la luz natural durante el día acaba generando un cóctel nocivo para nuestra salud.
Necesitamos la luz del sol durante el día al igual que necesitamos la oscuridad en la noche.
A pesar de que lo ideal sería parar e ir a descansar una vez llegada la noche, lo frecuente es que nuestros quehaceres del día a día y las actividades de la familia no nos lo permitan.
En estos casos, tenemos alternativas que nos pueden ayudar a minimizar los daños de la exposición a la luz artificial especialmente una vez se ha ido la luz del sol.
Las recomendaciones en este sentido pasarían por crear un ambiente de luz cálida en casa.
Una opción sencilla y asequible es cambiar las bombillas de casa por bombillas rojas y apostar por mantener encendidas el menor número de luces posibles.

Por otro lado, el uso de gafas con cristales bloqueantes de luz azul, reducirán la exposición de nuestros ojos a la luz artificial y su impacto a nivel de nuestro cerebro y hormonas.
Además, si deseas ir un paso adelante, alinearte con tu biorritmo y así reducir un factor importante de estrés y cuidar de tu salud, aconsejamos evitar las pantallas al menos un par de horas antes de ir a dormir.
Respondiendo a las dos preguntas que nos hacíamos al principio, estas gafas con cristales tan llamativos protegen a nuestro cerebro de la contaminación lumínica artificial, preservando nuestro biorritmo y facilitando que la actividad cerebral y hormonal se normalice.
Más allá de que algunos famosos las usen, es una tendencia que reduce un gran factor de estrés crónico y, por ello, invitamos a incorporarlas en nuestro día a día una vez la luz del sol se haya ido como medida para mejorar nuestro estado de salud hormonal, facilitar un mejor descanso y aumentar nuestros niveles de energía.

Dr. Antonio Bermejo Fernández,
Especialista en psiconeuroinmunología (PNI) y Estilo de Vida.
Director de ITALAE Estilo de Vida.
web: https://italae.com/
Contacto: italae.salud@gmail.com
Teléfono y whatsapp: 691.963.274
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