Por ello la filosofía del método Kumon se alinea perfectamente con la definición de la psicóloga Carol Dweck, al hablar de la mentalidad de crecimiento, la creencia de que las habilidades y la inteligencia de cualquier persona se pueden desarrollar y mejorar con el tiempo mediante dedicación, aprendizaje y perseverancia.
En Kumon, cada alumno se embarca en una experiencia de aprendizaje autodidacta totalmente personalizada. Desde el inicio, se establece un ambiente donde el estudiante trabaja desde un punto de partida en el que se siente cómodo y seguro mientras su orientador/a define un plan individualizado de desarrollo de sus habilidades a futuro. Este enfoque individualizado permite que cada niño avance a su propio ritmo, superando metas concretas establecidas en cada fase de su aprendizaje.
Con la práctica diaria a través de tareas cuidadosamente diseñadas, los niños desarrollan, refuerzan y consolidan sus habilidades paso a paso. A medida que los estudiantes avanzan en cualquiera de los programas Kumon, se enfrentan a desafíos cada vez más complejos que los capacitan para el éxito futuro, pues no solamente se fortalece la comprensión de un contenido, sino que también se cultiva una mentalidad de aprendizaje autodidacta que trasciende el ámbito académico y que los alumnos aplicarán durante toda su vida.
En resumen, en Kumon, avanzar para llegar más lejos, significa superar el nivel escolar para que los niños desarrollen al máximo su capacidad y refuercen su autoestima, para que cualquier dificultad que se les presente en un futuro, les suponga un reto, un desafío.
Kumon prepara a los niños para una vida llena de logros y satisfacciones personales, donde cada paso hacia adelante es un paso hacia un futuro brillante y exitoso.
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