En mi familia, y quizás en muchas otras, las cosas más simbólicas suelen suceder en la cocina. Este rincón está intrínsecamente ligado a conceptos como familia, bienestar y conversaciones importantes. Aquí, no se trata solo de preparar comidas y seguir recetas, sino de crear experiencias, donde cada cucharada lleva consigo nuestras emociones y dedicación.
Según he leído y por propias vivencias, los recuerdos que entrelazamos con la cocina comienzan desde la infancia. Desde la mamá que alimenta con cariño hasta los abuelos que nos reciben con platillos o postres especiales cuando vamos de visita, la cocina se convierte en el vínculo entre la alimentación y emociones positivas, fragancias agradables y risas. Al cocinar los platillos o postres típicos de nuestra familia, estas emociones resurgen, sintiéndolas aún con más intensidad durante la época navideña.
La Navidad, ese momento esperado en el que la mayoría nos esforzamos por crear una experiencia especial. La familia se reúne, la casa se adorna con esmero, y los regalos se convierten en expresiones de cariño. Los recuerdos de las Navidades infantiles, repletos de asombro y alegría, persisten en nuestra memoria, iluminando nuestras celebraciones navideñas adultas. La cocina, en este contexto, se vuelve el epicentro donde la esencia navideña cobra vida, transformando el acto de cocinar en un verdadero regalo para el alma.
*Comparto una/s receta/s para que disfrutéis horneando con sus peques, y creando dulces recuerdos desde la cocina:
Las galletas de jengibre son un clásico de estas fechas, y a los peques les encanta decorarlas. Son muy sencillas de hacer, pero antes de ponernos manos a la obra aseguraros de que tenéis cortadores de estrellas, casitas, bastones, etc. eso hará la diferencia:
Ingredientes: (20 unidades aprox)
300 g harina
140 g mantequilla
50 g azúcar morena
1 cucharadita bicarbonato sodio
2 cucharaditas de jengibre en polvo
1 cucharadita de canela molida
¼ cucharadita de sal
1huevo
75 g miel
Elaboración:
- Los más pequeños pueden ayudar en todo el proceso, así que comencemos echando la harina en un bol grande y aquí agregaremos todos los ingredientes secos también, como es la canela, el bicarbonato, la sal y el jengibre. Mezclamos bien.
- En otro bol, ponemos la mantequilla con el azúcar e integramos con batidor de globo, agregamos la miel, y batimos, y agregamos el huevo e integramos bien.
- A esta mezcla añadiremos los ingredientes secos, poco a poco y vamos mezclando hasta tener una masa homogénea.
- Hacemos una bola y la envolvemos en plástico y a la nevera por unas 2 horas.
- Preparamos la superficie de trabajo con harina, o puede ser entre 2 hojas de papel para hornear ya fría, con un rodillo extendemos la masa, hasta que tenga unos 5mm de grosor aprox.
- Precalentamos el horno a 180° y preparamos la bandeja del mismo con papel para hornear.
- Llega el momento esperado por los peques, usar los cortadores y colocarlas en la bandeja.
- Hornear entre 10-12 min
- Sacar del horno y esperar a que enfríen antes de decorarlas.
- Para decorarlas podéis usar glaseado, chocolate, granillo o lo que os guste.
Ana Cecilia Cabral Mireles
Si quieres consultar más noticias de lifestyle pincha aquí.